En memoria de una mentora y amiga: legado de sabiduría y humanidad
Tenía una capacidad increíble para conectar los aspectos
jurídicos con los técnicos, haciéndonos ver el panorama completo de los
desafíos ambientales, algo que pocas personas pueden hacer con tanta maestría.
Siempre estuvo profundamente sensibilizada con los problemas del país, era
crítica, reflexiva, y constantemente buscaba soluciones desde su compromiso con
el ambiente y la alimentación. Su pasión por el derecho y la docencia la
mantuvieron activa hasta el último momento, con una energía que parecía inagotable.
Pero más allá de su sabiduría, la recordaré siempre como una
persona cálida y afectuosa, que supo abrir su corazón y su casa a quienes
formamos parte de su círculo cercano. En muchas ocasiones, compartimos
alrededor de su mesa, entre facturas, alfajores y café, trabajando en los
proyectos que ella guiaba con su incomparable dedicación. Fue una persona
respetuosa de las ideas, siempre dispuesta a escuchar, abierta al diálogo y con
una curiosidad que la hacía aprender de todos a su alrededor.
Para mí, ella fue mucho más que una directora de tesis; fue
una amiga que siempre me alentó, que confió en mí y me demostró su afecto en
cada oportunidad. Aunque me duele profundamente no haber podido entregarle mi
tesis en vida, sé que su legado está presente en cada una de las enseñanzas que
me dejó. Siempre le estaré agradecida por haberme guiado y acogido en los
momentos más importantes de mi formación, y por haberme mostrado que la
educación y el afecto van de la mano.
Hoy la recordamos con cariño, con respeto, y con el compromiso de seguir su ejemplo, manteniendo viva su pasión por el conocimiento, la alimentación, y la docencia.
Este mensaje fue leído en la 2° Jornada Sanisidrense de educación ambiental integral. En reconocimiento a los Dres. Dino Bellorio Clabot, Eduardo Pigretti y Marta Andrich de Álvarez, primeros formadores en Derecho Ambiental Argentino desde la perspectiva humanista e integral.
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