En memoria de una mentora y amiga: legado de sabiduría y humanidad


A través de estas breves, pero sentidas palabras, quiero rendir homenaje a la profesora Marta Andrich, una persona excepcional, mi querida directora de tesis, cuya partida nos ha dejado un vacío profundo. Hablar de ella es hablar de una mujer comprometida con el conocimiento y la enseñanza, una académica por vocación que dedicó su vida al estudio del derecho ambiental y alimentario, con un rigor y un nivel de comprensión técnica que no solo admirábamos, sino que nos inspiraba a ir más allá.

Tenía una capacidad increíble para conectar los aspectos jurídicos con los técnicos, haciéndonos ver el panorama completo de los desafíos ambientales, algo que pocas personas pueden hacer con tanta maestría. Siempre estuvo profundamente sensibilizada con los problemas del país, era crítica, reflexiva, y constantemente buscaba soluciones desde su compromiso con el ambiente y la alimentación. Su pasión por el derecho y la docencia la mantuvieron activa hasta el último momento, con una energía que parecía inagotable.

Pero más allá de su sabiduría, la recordaré siempre como una persona cálida y afectuosa, que supo abrir su corazón y su casa a quienes formamos parte de su círculo cercano. En muchas ocasiones, compartimos alrededor de su mesa, entre facturas, alfajores y café, trabajando en los proyectos que ella guiaba con su incomparable dedicación. Fue una persona respetuosa de las ideas, siempre dispuesta a escuchar, abierta al diálogo y con una curiosidad que la hacía aprender de todos a su alrededor.

Para mí, ella fue mucho más que una directora de tesis; fue una amiga que siempre me alentó, que confió en mí y me demostró su afecto en cada oportunidad. Aunque me duele profundamente no haber podido entregarle mi tesis en vida, sé que su legado está presente en cada una de las enseñanzas que me dejó. Siempre le estaré agradecida por haberme guiado y acogido en los momentos más importantes de mi formación, y por haberme mostrado que la educación y el afecto van de la mano.

Hoy la recordamos con cariño, con respeto, y con el compromiso de seguir su ejemplo, manteniendo viva su pasión por el conocimiento, la alimentación, y la docencia.

Este mensaje fue leído en la 2° Jornada Sanisidrense de educación ambiental integral. En reconocimiento a los Dres. Dino Bellorio Clabot, Eduardo Pigretti y Marta Andrich de Álvarez, primeros formadores en Derecho Ambiental Argentino desde la perspectiva humanista e integral.




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